La opción de venta de Greenspan o Greenspan Put , como se le conoce en inglés, es el nombre que recibió una táctica implantada por Allan Greenspan, quien fuera presidente de la Reserva Federal (FED) en el periodo 1987-2006, que consistía en bajar la tasa de fondos federales cada vez que el mercado accionario mostraba caídas cercanas al 20 por ciento.
Una reducción de la tasa de los fondos federales en un futuro próximo luce muy prematura, sobre todo si consideramos que la inflación se mantiene muy por encima de cualquier objetivo razonable.
Es comprensible que los actores del mercado financiero quieran que la FED cambie de rumbo y suscriba otra opción put. Gran parte del negocio del sector financiero de las dos últimas décadas se ha basado en una abundante oferta de fondos a muy bajos costos.
La credibilidad del banco central estadounidense está en juego. Su retraso en reconocer que la inflación no es un fenómeno transitorio no le da oportunidad para cometer un segundo error de juicio.
La opción put de la FED está todavía lejos de concretarse, si es que sucede
La teoría de opciones permite no solamente valorar productos derivados, lo cual no es poca cosa, sino también explicar el impacto de algunas decisiones gerenciales de entes públicos y corporaciones privadas.
Al establecer símiles entre decisiones gerenciales y opciones de compra y venta, los académicos pueden analizar más claramente el impacto y el costo de tales decisiones.
La opción de venta de Greenspan o Greenspan Put , como se le conoce en inglés, es el nombre que recibió una táctica implantada por Allan Greenspan, quien fuera presidente de la Reserva Federal (FED) en el periodo 1987-2006, que consistía en bajar la tasa de fondos federales cada vez que el mercado accionario mostraba caídas cercanas al 20 por ciento.
La reducción del costo del dinero ayudaba a revertir la caída bursátil y funcionaba como una póliza de seguro contra el siniestro de la caída del precio de las acciones tal como lo hace una opción put. Al darle soporte al mercado accionario Greenspan trataba de evitar que la economía estadounidense entrara en crisis.
A partir de la Administración Greenspan, y debido a la ocurrencia de eventos tales como la caída de las puntocom, la crisis inmobiliaria del 2007, y la pandemia del COVID , muchos actores del mercado financiero esperan que en situaciones de incertidumbre económica, la FED salga a rescatarles haciendo uso del Greenspan Put. Tal expectativa ha hecho que la toma de riesgos se haya vuelto más generalizada.
En la actualidad hay dos visiones encontradas sobre el futuro cercano de la economía estadounidense y sobre su impacto en los mercados financieros, una de ellas es la de los técnicos de la FED y la otra la de los gestores de portafolios de inversión.
Los técnicos de la FED esperan seguir aumentando la tasa de fondos federales hasta que haya evidencias claras de que la inflación está en vías de alcanzar la meta del 2 por ciento y están dispuestos a pagar el precio de una recesión si es necesario. La tasa de redescuento empezaría a bajar nuevamente al momento en que la FED considerase que el fenómeno inflacionario hubiese dado clara señales de haberse controlado. Bajo esta visión el mercado accionario podría mantenerse deprimido por tiempo indefinido.
Los gerentes de inversión, aunque no tienen una visión monolítica sobre la evolución de la inflación, tienden a comprar la idea de que la FED podría dejar de subir la tasa de los fondos federales en los próximos meses, y comenzar a bajarla de nuevo a finales del año 2023. Si este fuese el caso, un mercado accionario alcista podría comenzar en el momento en que las señales de una reducción de tasas fuesen claras. Esta expectativa ha alimentado un repunte en lo que va de 2023 de los activos financieros más riesgosos y especulativos.
Una reducción de la tasa de los fondos federales en un futuro próximo luce muy prematura, sobre todo si consideramos que la inflación se mantiene muy por encima de cualquier objetivo razonable.
Es comprensible que los actores del mercado financiero quieran que la FED cambie de rumbo y suscriba otra opción put. Gran parte del negocio del sector financiero de las dos últimas décadas se ha basado en una abundante oferta de fondos a muy bajos costos.
La credibilidad del banco central estadounidense está en juego, su retraso en reconocer que la inflación no es un fenómeno transitorio no le da oportunidad para cometer un segundo error de juicio.
Nadie quiere una recesión, pero permitir que la inflación vuelva repuntar debido a una apresurada reducción en la tasa de fondos federales podría causar daños inconmensurables a la economía estadounidense, y al mundo en general. La opción put de la FED está todavía lejos de concretarse, si es que sucede.
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