José Miguel Farías, Gestor de Fondos @Arca Asset Management-. A pesar de las ganancias recientes en los mercados bursátiles más importantes del mundo, los principales índices de referencia siguen por debajo de los máximos alcanzados en 2020 con una media de 13%. En estos momentos, el comportamiento de las bolsas sigue siendo muy volátil -tendencia que probablemente continúe a corto plazo- ya que la perspectiva inmediata del desarrollo de las economías sigue siendo incierto.
De la misma forma, si algo hemos destacado en nuestras notas anteriores, es que invertir en un momento como el que estamos atravesando puede resultar difícil para la mayoría de los inversionistas. En esta situación, resulta más atractivo centrarse en las emociones que en los fundamentos de la empresa, todo esto inclusive, si se toma en consideración que la historia refuerza el hecho que la compra de acciones de empresas sólidas en momentos de depresión en los mercados es una estrategia consistente que genera altos rendimientos a largo plazo. Cierto es, y es importante destacarlo, que a pesar que la teoría nos confirma que cualquier momento es bueno para invertir -y que no debemos intentar anticipar las caídas y los rebotes en los mercados- puede haber determinados momentos que tendrán una repercusión notable en la vida del inversor.
En medio de este panorama, en el que en la mayoría de los países a nivel global se encuentran atravesando su segundo mes en medidas de confinamiento, las principales bolsas del mundo han ido recuperando parte del territorio perdido. ¿Significa esto que ya lo peor ha pasado? En lo absoluto. Posiblemente, las cosas no estaban tan mal para que hubiésemos experimentado una de las caídas más abruptas en la historia de los mercados, como es posible que tampoco las cosas estén tan bien en este momento para justificar el alza de las bolsas en las últimas semanas. Como bien destacó Ben Graham en su momento: “El mercado es un péndulo que oscila constantemente entre un optimismo insostenible y un pesimismo injustificado. La verdadera realidad del mercado es en un punto medio, pero muy pocas veces, se despega uno de sus extremos.
¿Cuál es el motivo de la recuperación de los mercados?
Muchos nos han preguntado la razón de la recuperación reciente del mercado en medio de lo que sigue siendo, un ambiente de gran incertidumbre en torno al Coronavirus. Me gustaría partir del hecho de que en los mercados como en la vida, pocas veces las cosas van juntas de la mano.
Teniendo eso en cuenta, si tuviese que pensar en dos posibles causas aparentes, la primera y la de menor peso es que las noticias sobre el Coronavirus han sido mejores de lo esperado. Esto aumenta las esperanzas de que el daño económico final no tiene por qué ser tan grave. La segunda causa, y la que creo es la de mayor peso, es que las medidas que la Reserva Federal ha anunciado recientemente fueron tan rimbombantes -implicando la compra incluso de bonos de alto rendimiento y deuda municipal- que parece peligroso apostar en contra del mercado.
¿Por qué está actuando así la Reserva Federal? Desde mi percepción, pareciera que la Fed considera que todo esto es esencial para proteger el engranaje del sistema financiero estadounidense y reducir el riesgo sistémico hasta que pase la crisis del Coronavirus. El objetivo parece ser levantar a toda costa el precio de los activos. Y si seguimos así, posiblemente sea el de cualquier clase de activo con un plan similar a lo que hizo la Fed después de la crisis de 2008. Luego, esperar que el efecto multiplicador de la "riqueza" se filtre al resto de la economía.
¿Aspectos negativos? En el corto plazo posiblemente ninguno. En el largo plazo, incontables. Como ha mencionado en reiteradas ocasiones Howard Marks, los mercados funcionan mejor cuando los participantes tienen un miedo sano a la pérdida. No debería ser el papel de la Reserva Federal o del Gobierno de Estados Unidos el de erradicarlo. Asimismo, si algo podemos tomar en consideración en estos momentos, es el viejo refrán que afirma que "no puedes luchar contra la Fed", es decir, la Fed puede lograr lo que quiera, y los inversores, lo están comprando. Lo maléfico de estas situaciones, es que son parecidas al juego de la silla: Parece divertido, hasta que la música se apaga.
¿Qué pueden hacer los inversionistas en medio de este coctel de sucesos?
El problema que traen consigo los mercados bajistas, es que, de manera innata, los seres humanos tendemos a extrapolar de manera muy arraigada nuestra situación actual. En estos momentos, la volatilidad del precio de las acciones ha bajado desde su punto máximo de hace unas cuantas semanas, pero los inversionistas se han vuelto cada vez más temerosos sobre el futuro y, para la mayoría, las perspectivas de absolutamente todas las empresas parecen ahora menos seguras de lo que eran a principios de año.
Sin embargo, los mayores errores de inversión no provienen de factores informativos o analíticos, sino de los psicológicos. Nuestra recomendación en estos momentos para quienes nos leen, es no centrar su tiempo en desenterrar empresas con fundamentos sólidos. Puede que no sea fácil ir en contra de las opiniones de sus pares, pero en este punto, es importante recordar que el mercado de valores es cíclico y sus tendencias no duran para siempre. Por lo tanto, comprar durante los períodos de mayor volatilidad del mercado podría permitirle obtener acciones de calidad cuando están infravaloradas. A corto plazo, los precios de las acciones podrían bajar dependiendo de las noticias y las ganancias de la compañía. Sin embargo, centrarse en la compra de acciones infravaloradas sigue siendo el camino a seguir.
¿Debemos tener temor de la recién comenzada temporada de ganancias?
Personalmente, considero, que esta temporada de ganancias es de lo más atractivo que he visto en años. Los inversores suelen esperar las ganancias de las empresas para determinar en mayor o menor medida si los ejecutivos de las empresas están entregando lo prometido. Y tras el anuncio de las mismas, siempre se pondera que el precio de las acciones suele seguir a las ganancias en el largo plazo (Como bien diría Peter Lynch: Beneficios, Beneficios, Beneficios).
Esta temporada de ganancias, en mi opinión, pasará a la historia como uno de los períodos más volátiles experimentados por los inversores en la memoria reciente. Nuestra recomendación es aprovechar las oportunidades que pueda dejar el mercado. Las perspectivas a largo plazo de una empresa no pueden determinarse por un solo trimestre. Los inversores entran en un estado de euforia cuando una empresa supera las estimaciones de beneficios y castigan a las empresas que no como si no hubiera un mañana. La segunda, puede ofrecer espacio de buenas posibilidades para los inversionistas metódicos enfocados a largo plazo.
¿Significa esto que las noticias económicas no serán tan negativas? La verdad sea dicha, el impacto de las noticias en desarrollo podría resultar mucho peor de lo que el mercado está considerando. Y es aquí donde debemos tener cuidado. En las próximas llamadas con analistas, la dirección de las empresas podría pintar una perspectiva negativa para el resto del año, impulsada por la incertidumbre sobre cuándo las actividades comerciales volverán a la normalidad. Asimismo, los ejecutivos y gerentes podrían confirmar que no tienen ni idea de lo que sucederá en las próximas semanas o meses. Todos estos acontecimientos, en conjunto, pueden conducir a un aumento de la volatilidad y a una caída en los principales índices accionarios.
La importancia de una estrategia de inversión simple en tiempos de crisis
Es importante distinguir entre los acontecimientos permanentes y los temporales. Un rendimiento financiero decepcionante no será una característica de los mercados durante un tiempo prolongado. Asimismo, muchos inversores cometen el error de equiparar a la volatilidad con el riesgo, pero para nosotros, no hay nada más lejano de la realidad. Desde Charlie Munger hasta Howard Marks, en reiteradas ocasiones, han afirmado que usar la volatilidad como medida de riesgo es una locura. El riesgo tanto para nosotros como para ellos es el riesgo de la pérdida permanente de capital o el riesgo de un rendimiento inadecuado. Y la volatilidad, por su parte, como diría Francisco García Parames, es nuestra amiga, ya que nos permite encontrar oportunidades que sin ella no existirían.
Lo importante para nosotros en estos momentos, es mantenerlo simple. Hay que alejarse del ruido. Las acciones pueden moverse en cualquier dirección como resultado de acontecimientos a corto plazo, como la pérdida de ganancias en uno o dos trimestres o la disminución de la demanda de los productos o servicios de una empresa. Esto es exactamente lo que sucederá en las próximas semanas. Pero como diría Warren Buffett, el aumento en el nivel de las fluctuaciones del precio de las acciones es una oportunidad para los inversores prudentes. En la carta anual a los accionistas en 2013, el Oráculo de Omaha escribió:
"Debería ser una enorme ventaja para los inversores en acciones tener esas valoraciones tan fluctuantes colocadas en sus holdings (y para algunos inversores, lo es). Después de todo, si un tipo malhumorado con una granja al lado de mi propiedad me gritara cada día un precio al que compraría mi granja o me vendería la suya -y esos precios variaban mucho en cortos periodos de tiempo dependiendo de su estado mental- ¿cómo podría beneficiarme de otra manera su comportamiento errático? Si su grito diario era ridículamente bajo, y yo tenía algo de dinero de sobra, compraría su granja. Si el número que gritaba era absurdamente alto, podía venderle o simplemente ir a cultivar"
Recomendaciones finales: Lo más sensato para los inversores en este momento es intentar identificar las oportunidades que está dejando el mercado. Entendemos que conseguir las acciones ganadoras podría resultar complicado debido al creciente número de trampas de valor (es decir, empresas que parecen baratas como resultado de un descenso significativo en el precio de sus acciones, pero para las que el precio más bajo es un verdadero reflejo de la realidad). Sobre este punto creemos que hay que intentar evitar las empresas que podrían, por ejemplo, estar tan endeudadas o con altos costos fijos que pudiesen llevarla directamente a la bancarrota. Otra estrategia pudiese ser evitar a las empresas que se encuentran directamente en el epicentro de la paralización económica. Seria recomendable voltear la mirada a las empresas que no deben verse tan afectadas en la práctica por la misma y que cuyos precios igual han sido arrastrados por la manía.
Por último, somos conscientes que capitalizar los descensos del mercado puede ser una tarea difícil. Las emociones, las opiniones de otros inversores y las pérdidas dentro de su cartera pueden hacer que usted sea menos positivo acerca de la perspectiva de comprar una acción que antes consideraba atractiva. Sin embargo, al centrarse en los fundamentos tratando de obtener un margen de seguridad más amplio mediante un precio más bajo de las acciones, puede generar mayores rendimientos a largo plazo por la compra durante las correcciones y los mercados bajistas. Y esto, es algo que debe grabar con fuego en su estrategia como inversionista si desea tener éxito en esta actividad.
La información, comentarios y análisis de nuestros especialistas tienen un carácter meramente informativo y no constituyen un análisis exhaustivo de los aspectos tratados. La información suministrada no puede ser considerada como una asesoría financiera o de inversión.
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