La semana pasada el gobierno de Puerto Rico sometió a consideración de sus acreedores financieros (tenedores de bonos) un plan mediante el cual pedía reducir la componente de su deuda amparada por el pago de impuestos en 46% (de 49,2 millardos de dólares a 26,5 millardos). Si bien el consenso de los analistas de renta fija es que tal negociación no prosperará, la desglosaremos en los siguientes párrafos para aprovechar la circunstancia y mostrar los distintos aspectos a considerar cuando se habla de un evento crediticio soberano.