El verano del hemisferio norte siempre imprime cierto aire de revisión en los mercados financieros internacionales. Si bien, desde un punto de vista estadístico, no hay grandes bases para suponer que los mercados financieros tienden a caer en este momento del año, mucha gente cree que así sucede, y cada vez que nos acercamos al 21 de junio, cierto cosquilleo flota en el ambiente.