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  • Arca Análisis Económico

La paradoja de las Finanzas Descentralizadas

Actualizado: 18 ago 2021



Las Finanzas Descentralizadas (DeFi) ofrecen la posibilidad de replicar servicios financieros ya existentes usando criptomonedas y la tecnología de cadenas de bloques (blockchain) para reducir la presencia de intermediarios y los costos asociados a su actuación. Pero así como traen beneficios generan nuevas formas de riesgos que deben ser conocidas y controladas.


Aunque las DeFi son todavía plataformas incipientes, pueden en un futuro no tan lejano representar un porcentaje importante del sistema financiero mundial, por lo que se requiere estudiar en detalle su evolución para prevenir o acotar posibles crisis sistémicas.

 

En junio de 2021, Nick Carter y Linda Jeng publicaron un artículo en la colección del SSRN titulado DeFi Protocol Risk: the Paradox of DeFi, que es de lectura obligatoria para todos aquellos interesados en tener un entendimiento básico de lo que conocemos como Finanzas Descentralizadas.


Los autores definen las Finanzas Descentralizadas (DeFi) como: “una serie de plataformas y protocolos que buscan replicar servicios financieros ya existentes usando criptomonedas y la tecnología de cadenas de bloques (blockchain) para reducir la presencia de intermediarios y los costos asociados a su actuación". Esta definición está asociada a la generación de procesos disruptivos que buscan eliminar a los intermediarios financieros tradicionales gracias al uso de contratos más baratos, más seguros y más rápidos de ejecutar que los vigentes actualmente.


Los llamados contratos inteligentes, que son la manifestación cotidiana de las finanzas actualizadas, pueden manejar una gran variedad de actividades que incluyen los procesos de votación de las asambleas de accionistas de empresas de oferta pública, operaciones bursátiles, plataformas para el otorgamiento de créditos, el levantamiento de fondos para la ejecución de un proyecto, entre otras. Todos estos contratos tienen en común la interacción entre dos partes a través de procesos automatizados y sin presencia de terceros que fiscalicen la ejecución de las transacciones.


Sin embargo, no debemos pasar por alto que con el desplazamiento de los intermediarios financieros tradicionales, sus sustitutos traen consigo beneficios pero también nuevos tipos de riesgos que son inherentes a la tecnología de bloques. Entre tales riesgos, Carter y Jeng identifican cinco principales: el primero de ellos, el de la interconexión con el sistema financiero tradicional. El segundo tipo de riesgo es el de naturaleza operativa que es consecuencia del uso de las cadenas de tecnología de bloques. El tercero, es la vulnerabilidad de los llamados contratos inteligentes. El cuarto, el de los riesgos regulatorios y de gobernanzas; y el quinto es el de la escalabilidad de los retos que los nuevos procesos de intermediación traen consigo.


Los riesgos mencionados tienen sus homólogos en el mundo de la intermediación financiera tradicional, y estos son: los riesgos de crédito, liquidez, contraparte, mercado y operacionales. Las analogías que se puedan establecer entre ambas familias de riesgos ayudan a entender como las operaciones en las plataformas de DeFi pueden afectar la estabilidad tanto del mundo financiero convencional como el descentralizado.


Al tratar a través de la DeFi de minimizar la presencia de personas y automatizar las actividades propias de la intermediación financiera a través de los llamados contratos inteligentes, los riesgos mencionados en los párrafos anteriores se han potenciado. Por ello no debemos olvidar que el futuro de las DeFi dependerá en buena medida de su compatibilidad con los mecanismos de intermediación tradicionales y de su adaptación a las leyes y regulaciones existentes.


Es paradójico que en la medida en que el uso de la DeFi se extiende, mayor es su dependencia del sistema financiero tradicional. Por lo que esta conexión no es sólo una fuente ya mencionada de riesgo, sino también un canal de transmisión de riesgo entre ambos sistemas. Un ejemplo de dicha dependencia se da en la industria de las criptomonedas, donde se requiere que los bancos comerciales participen en aquellas transacciones donde una de las partes involucradas necesita pagar o recibir efectivo.


En la medida en que las DeFi crecen y se vuelven parte del entramado financiero convencional, los hacedores de políticas públicas y los representantes de la industria financiera necesitan conocer las consecuencias políticas y económicas de estos tipos de riesgos para construir marcos regulatorios y sistemas de control internos dentro de las instituciones financieras que ayuden a preservar la estabilidad del sistema financiero en su globalidad.


Toda innovación trae consigo su cuota de creación de valor pero también el germen de su destrucción, el cual puede ser controlado.

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