La batalla por la regulación de las criptomonedas tiene entre sus múltiples frentes el Congreso de los EE.UU., donde en el mes de febrero de 2023 se han comenzado a discutir en el Comité de Banca del Senado (CBS) los puntos más álgidos de un futuro proyecto de ley. El objetivo último es proteger a los inversionistas sin coartar el potencial crecimiento de esta familia de activos.
En la primera sesión del CBS dedicada a este tema se invitó, a un conjunto de especialista para recopilar impresiones generales sobre la regulación de las llamadas criptomonedas estables (stablecoin), la cripto industria bancaria, la pertinencia de generar una organización autoreguladora surgida del seno de esta industria, así como la relación que debe existir entre la Comisión Nacional de Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC).
El tratar a las criptomonedas como títulos financieros abriría la posibilidad de que la SEC pudiese encargarse de supervisar esta familia de activos facilitando la emisión de nuevos productos, la revelación de información pertinente para los inversionistas y proveyendo, a través del SIPC, coberturas en caso de ocurrencias de fraudes que afectan a los inversionistas institucionales hasta por un monto máximo de quinientos mil dólares.
La caída de FTX, la conocida plataforma de intercambio de criptomonedas, ha acelerado la discusión sobre el alcance que debe tener la regulación de tales instrumentos, ya que sin un marco regulatorio robusto, estos dejarán de ser una opción de inversión viable debido al alto riesgo sistémico que pueden generar.
La batalla por la regulación de las criptomonedas tiene entre sus múltiples frentes el Congreso de los EE.UU., donde en el mes de febrero de 2023 se han comenzado a discutir en el Comité de Banca del Senado (CBS) los puntos más álgidos de un futuro proyecto de ley. El objetivo último es proteger a los inversionistas sin coartar el potencial crecimiento de esta familia de activos.
El senador Sherrod Brown de Ohio, presidente del mencionado comité, propone como punto de partida de la discusión regulatoria el aplicar a las criptomonedas los mismos límites que existen en las finanzas tradicionales para evitar conflictos de intereses. Si este enfoque prospera, no podrán existir compañías que simultáneamente actúen como hacedores de mercado (market makers) y como corredores (brokers) por cuenta de clientes finales, práctica muy común en esta actualidad y una fuente potencial de conflictos de interés.
En la primera sesión del CBS se invitó a un conjunto de especialista en el tema para recopilar impresiones generales sobre la regulación de las llamadas criptomonedas estables (stablecoin), la cripto industria bancaria, la pertinencia de generar una organización autoreguladora surgida del seno de esta industria, así como la relación que debe existir entre la Comisión Nacional de Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC).
El hecho de no exista un consenso sobre la naturaleza de las criptomonedas, ya que algunos las consideran activos, otros como instrumentos financieros, como son las acciones o los bonos, y los más audaces materias primas virtuales, introduce un elemento adicional de complejidad, ya que la clasificación define quien es el ente regulador.
Para algunos al no ser las criptomonedas instrumentos derivados, deben ser reguladas por la SEC y no por la CFTC que sólo se ocupa de los contratos con vencimiento a plazos superiores a 24 horas.
Si los criptoactivos fuesen considerados títulos financieros en lugar de productos básicos (commodity), la SEC, podría supervisar sus plataformas de intercambio, que hoy en día están fuera de la jurisdicción del gobierno federal.
Adicionalmente, los emisores de estos instrumentos podrían obtener del regulador competente pautas claras para comercializar sus productos, lo que facilitaría el desarrollo de instrumentos novedosos, que serían del interés de inversionistas institucionales que hoy no invierten en criptomonedas debido a la falta de vehículos de inversión que cuenten con la bendición de un ente regulador competente.
Sí las plataformas de intercambio de criptomonedas pudiesen ofrecer servicios de custodia, sus clientes podrían disfrutar de la cobertura contra fraudes que hoy en día ofrece la Corporación de Protección de Inversores de Valores (SIPC, por sus siglas en inglés), que cubre siniestros hasta por quinientos mil dólares, lo que podría haber ayudado a proteger a algunas de las víctimas de la quiebra de FTX, tal como en el pasado lo hizo con las víctimas de Bernard Madoff.
Al otorgar a la SEC potestades supervisoras sobre las criptomonedas estables (stablecoin), se podría exigir a los emisores de tales instrumentos el mantener las reservas de garantía que dan estabilidad a sus precios en efectivo o en treasuries.
En la medida en que se desarrollan las sesiones de la CBS podremos identificar con más claridad los grupos de interés que pretenden dar forma a este segmento de la industria financiera.
Sam Bankman-Fried, el fundador de la fallida plataforma de intercambio FTX, cometió grandes errores, pero tuvo una visión muy clara aunque mal encausada y fue la de tratar de ganar legitimidad para los criptoactivos insertándolos en un marco regulatorio robusto.
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