Con el nombramiento de Lina Khan, una profesora de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, para presidir La Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en ingles), se abre la posibilidad de comenzar un proceso de revisión del marco regulatorio que supervisa las grandes empresas tecnológicas del país. Sus detractores dicen que trae consigo una agenda populista; quienes la apoyan reconocen que tiene una visión fresca que responde a las nuevas realidades de la economía actual. Para quienes siguen las empresas tecnológicas, entender las propuestas de la Dra. Khan es una materia de obligatorio cumplimiento.
El pasado 16 de junio del 2021, el Presidente Biden escogió a Lina Khan, una profesora de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, para presidir La Comisión Federal de Comercio (The Federal Trade Commission, FTC por sus siglas en inglés).
La Sra. Khan es una estrella emergente del mundo de la teoría de la regulación empresarial, y saltó a la fama en el año 2017 al publicar un artículo académico en The Yale Law Journal titulado Amazon´s Antitrust Paradox (La Paradoja Antimonopolio de Amazon).
En dicho artículo, la Sra. Khan sostiene que no basta con analizar el impacto de corto plazo que tienen las estrategias de las empresas en los precios de los bienes y servicios que adquieren los consumidores, ya que este enfoque, conocido como bienestar del consumidor, no captura la arquitectura del poder de mercado en la economía actual.
Plataformas como Amazon ejecutan estrategias en las que dan prioridad al crecimiento de sus negocios sobre la rentabilidad de los mismos, con el fin de construir relaciones comerciales en las que obtienen información preferencial para el diseño de sus productos y servicios; y donde además proveen servicios a sus competidores a través de una infraestructura que controlan totalmente, aumentando la vulnerabilidad de estos.
La solución al problema de regular los monopolios, en opinión de Khan puede enfocarse de dos maneras: la primera de ellas, retomando las políticas antimonopolísticas que fueron sustituidas por los principios de bienestar del consumidor. La segunda, declarando algunos de los servicios que prestan como de utilidad pública, y por tanto sujetos a la regulación de sus precios y la calidad con que son servidos.
Es importante conocer las líneas de pensamiento de la Sra. Khan, porque sobre la base de las mismas se construyen las expectativas que los distintos grupos de interés tienen sobre su desempeño futuro en la dirección de la FTC.
Para comenzar, este nombramiento manda una clara señal de que la Administración Biden tomará una posición agresiva frente a las multinacionales del área tecnologíca, movimiento que cuenta con la aprobación de los grupos más progresistas del Partido Demócrata, que incluye a la Senadora Elizabeth Warren, conocida por sus presiones sobre la banca estadounidense en sus intervenciones ante el Comité de Banca del Senado de dicho país.
Por otro lado, los grupos que hacen labores de cabildeo a favor de las grandes empresas tecnológicas, opinan que este nombramiento muestra la aparición de una agenda antimonopolios con claros rasgos populistas, que entorpecerá el funcionamiento de las empresas, encarecerá los precios de bienes y servicios y reducirá la competitividad internacional de las empresas estadounidenses.
Es importante señalar que, aunque la Sra. Khan como cabeza de la FTC define la agenda de trabajo de dicha organización, en un principio ejecutará sus funciones, hasta noviembre de 2024, apoyándose en el marco regulatorio vigente, del cual como ya hemos señalado, es una importante detractora.
Las grandes multinacionales tecnológicas han guardado silencio sobre este nombramiento. Los precios de las acciones de estas empresas no han señalado tampoco ninguna reacción. El cabildeo del sector comenzará a actuar, y la Sra. Khan empezará a acumular experiencias para cuando vuelva, y seguramente lo hará, a la academia. Suerte a esta talentosa mujer.