Mamdani y la ciudad.

Resumen

El candidato progresista Zohran Mamdani, aliado de Ocasio-Cortez y Sanders, lidera encuestas con un 80 % de probabilidad de ganar en noviembre, generando inquietud en Wall Street. Su programa busca reducir el costo de vida en Nueva York con medidas como congelar alquileres, construir 200.000 viviendas asequibles, crear supermercados municipales, transporte urbano gratuito, guarderías sin costo y elevar el salario mínimo a 30 dólares/hora. Su posible victoria pondría a prueba la capacidad del Partido Demócrata de reconectar con su base urbana y progresista.

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Quien escribe esta columna  vio recientemente las seis temporadas de Sex and the City, la serie de HBO sobre la vida de cuatro amigas treintañeras en búsqueda del amor y el éxito en la Nueva York de principios del siglo XXI. Es muy llamativo ver que problemas como el déficit habitacional y el alto costo del cuidado de los niños  que sorteaban con cierta dificultad las amigas de la inefable Carrie Bradshow  siguen vigentes veinticinco años después, por lo que no es entonces de extrañar que en este contexto surja un candidato que tome los problemas ya mencionados como bandera: Zohran Mamdani.

El Sr. Mamdani, candidato del partido demócrata es un clásico representante del crisol de razas que impera en EE.UU. Nacido en Uganda, es hijo de un profesor de universitario y de una directora de cine, y de ganar la alcaldía  de Nueva York sería el primer musulmán en lograrlo.  

Mamdani, de 33 años y asambleísta estatal de Queens derrotó al exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, de 68 años, quien renunció al cargo en 2021 tras acusaciones de acoso sexual. Mamdani se enfrentará a un contrincante republicano  y posiblemente a algunos independientes, entre ellos el actual alcalde Eric Adams.

Mamdani, quien ha recibido un apoyo abrumador entre los jóvenes y quienes votan por primera vez, se mantiene firmemente alineado con el ala izquierda de su partido, junto con sus aliados Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, lo que ha generado pánico en Wall Street.

La principal promesa electoral de Mamdani es “reducir el costo de la vida de la clase trabajadora neoyorquina”. De allí que su plan de gobierno incluya: 1) Congelar el alquiler para todos los inquilinos con contratos estables. 2) Construir 200,000 nuevas viviendas  a precios asequibles. 3) Crear una red de supermercados municipales. 4) Gratuidad de los autobuses urbanos. 5) Implementar guarderías infantiles gratuitas para todos los neoyorquinos. 6) Aumentar el salario mínimo a 30 dólares  la hora.

Mamdani planea financiar este plan aumentando impuestos a las corporaciones y los individuos adinerados, recaudando entre ambos grupos nueve mil millones de dólares, bajo un esquema muy similar al del vecino estado de Nueva Jersey, que podría ser un candidato natural a recibir a quienes quisieran evitar dicho pago. Sin embargo, no se estima que estos tributos adicionales generen un éxodo importante, ya que los costos de abandonar un punto de tan alta densidad de actividad de negocios como es Nueva York pueden ser muy altos.  

Cualquier subida de impuestos promovida por un nuevo alcalde de la ciudad requiere la aprobación de la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, quien ha prometido no hacerlo. 

El fenómeno Mamdani merece la pena ser seguido en su evolución porque refleja las preocupaciones típicas de los grupos de derecha al tildarlo de comunista y tratar de descalificar su programa de gobierno. Las preocupaciones de estos grupos terminan definiendo las estrategias de cabildeo que darán forma a las políticas del gobierno estadounidense, tanto dentro como fuera del país.

Nadie puede negar que grandes urbes como Nueva York y Londres se han vuelto extravagantemente costosas para los menores de 30 años que están en proceso de consolidar sus vidas personales y laborales. Las ciudades necesitan la heterogeneidad que brindan los diferentes grupos etarios para poder desarrollarse a su máxima expresión.

Mamdani, quien además de militar en el Partido Demócrata también lo hace en Socialistas Demócratas de América (DSA, por sus siglas en inglés), organización que abarca todo el espectro de la izquierda estadounidense, entre los que se cuentan los socialistas democráticos, los ecosocialistas, los socialistas revolucionarios y los socialistas libertarios, no es el primer alcalde neoyorquino con una “agenda socialista”.

Muchos recuerdan que Fiorello La Guardia, miembro del Partido Republicano, que presidió la jefatura de la ciudad entre 1934 y 1946, concretó un plan de acción muy similar al que Mamdani propone. Durante la administración La Guardia se construyeron parques, zonas de juegos infantiles, trenes subterráneos y un aeropuerto, y desempeñó un papel clave en la expansión de la vivienda pública, supervisando la creación de la Autoridad de Vivienda de la ciudad de Nueva York. También apoyó los impuestos sobre los bienes de lujo y un impuesto progresivo sobre la renta para quienes ganaran más de 100.000 dólares (unos 1,7 millones de dólares actuales).

De ganar Mamdani, lo cual hoy luce muy probable según encuestas publicadas el 26 de junio pasado, que le asignaban un ochenta por ciento de probabilidades de ser electo el próximo mes de noviembre, tendremos la oportunidad de ver en qué medida su gestión pudiese ayudar a apuntalar el discurso del Partido Demócrata que, luego del triunfo del presidente Trump, no logra reconectarse con su audiencia natural, que es muy urbana, como Carrie Bradshaw, y progresista, como lo fue en su momento el recordado Fiorello La Guardia.