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  • Arca Análisis Económico

Ni tan estable


Hay una máxima en regulación financiera que dice que un tipo de instrumento debe existir cuando hay un usuario al cual este le resuelve un problema y una contraparte que está dispuesta a emitirlo a cambio de un pago. Se supone que tal instrumento permite a la economía ser más eficiente en la asignación de recursos o en la redistribución de riesgos, para el beneficio de la sociedad como un todo.


En el caso de las stablecoins, no se puede argumentar que ellas cumplen alguna función estratégica dentro del sistema financiero. Proteger los fondos de los especuladores en criptoactivos o de entes que no quieren depositar sus dólares en los custodios tradicionales no es una prioridad para la sociedad.

 

Hay una máxima en regulación financiera que dice que un tipo de instrumento debe existir cuando hay un usuario al cual este le resuelve un problema y una contraparte que está dispuesta a emitirlo a cambio de un pago. Se supone que tal instrumento permite a la economía ser más eficiente en la asignación de recursos o en la redistribución de riesgos, para el beneficio de la sociedad como un todo.


Tal máxima ha sido aplicada en el mundo de los derivados una y otra vez al evaluar nuevos contratos de cobertura, y debe formar parte del marco de análisis de las innovaciones en el mundo de los criptoactivos.


Recientemente hubo una importante caída de precios en el mercado de las stablecoins que nos invita a revisitar esta situación desde la óptica regulatoria.


Para empezar, recordemos que una stablecoin es una moneda desarrollada para aquellos que desean tener activos vinculados al dólar fuera del sistema financiero convencional.


¿Quiénes pudieran estar en esta situación? Un espectro de actores que incluye desde los que participan en operaciones ilegales, pasando por aquellos que temen que sus depósitos pierdan movilidad por una sanción política, pensemos por ejemplo en la clase media rusa no necesariamente vinculada con el Presidente Putin, y por supuesto quienes toman posiciones especulativas en criptomoneda y desean mantener sus activos en dólares cuando no están realizando operaciones.


La gran promesa de un stablecoin es ofrecer la flexibilidad de una criptomoneda pero sin su volatilidad. Para ello, dicho bien siempre será convertible en dólares, o en cualquier otra moneda previamente establecida, a una tasa de conversión fija.


Hay dos maneras de garantizar la estabilidad de la tasa de conversión, la primera de ellas es manteniendo un volumen de reservas en la moneda de referencia, que se invierte en instrumentos líquidos y seguros, generalmente títulos de deuda de gobiernos nacionales o papeles corporativos de alta calidad y este es el caso de Tether.


La segunda manera, es operando un algoritmo atado a dos tokens, uno de ellos estable y el otro dispuesto a absorber toda la volatilidad que se presenta en las transacciones vinculadas al stablecoin. Este es el caso de TerraUSD y su par Luna. Sin entrar en tecnicismo, mencionemos que el volumen de unidades del token Luna en circulación aumenta o disminuye ( mint and burn equilibrium) de manera que la paridad entre TerraUSD y el dólar se mantenga estable.


En condiciones normales de operación, sí es que se puede hablar de estabilidad en el mundo de las criptomonedas, los stablecoin cumplen su próposito, pero cuando las reservas que dan soporte a la tasa de conversión pierden valor, sucede algo similar a la devaluación de una moneda, y por supuesto los poseedores de estos criptoactivos pierden dinero.


Las stablecoins se asemejan a los money market funds (MMF) que son emitidos para dar a los inversionistas la posibilidad de colocar excedentes de liquidez a corto plazo, recursos que a su vez se invierten en instrumentos de renta fija de alta calidad. En teoría no debería perderse dinero invirtiendo en un (MMF) a menos que la cartera de títulos valores pierda súbitamente parte de su valor, esto se llama en el argot financiero breakink the buck.


En el año 2008, the Reserve Primary Fund , un importante MMF perdió una pequeña porción de su portafolio cuando Lehman Brothers se declaró en quiebra y el Departamento del Tesoro de EE.UU, se vio en la necesidad de crear el Temporary Guarantee Program para evitar el colapso de mercado de fondos de corto plazo.


La implantación del Temporary Guarantee Program representó un costo para los contribuyentes estadounidenses, justificado en alguna medida por la necesidad de mantener los mercados financieros funcionando y evitar la profundización de una crisis sistémica.


En el caso de las stablecoins, no se puede argumentar que ellas cumplen alguna función estratégica dentro del sistema financiero a diferencia de los MMF que permiten una mejor distribución y uso de recursos dentro de una economía.


Proteger los fondos de los especuladores en criptoactivos o de entes que no quieren depositar sus dólares en los custodios tradicionales no es una prioridad para la sociedad.

Cuando un instrumento financiero no ayuda al mejor funcionamiento de la economía, se convierte en un vehículo de especulación como son las apuestas deportivas o los juegos de azar en los casinos. La idea en estos casos no es prohibir las apuestas a priori, es vigilar que estas no generen externalidades negativas.

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