El economista Mohamed El-Erian propone dos hipótesis excluyentes entre sí para explicar el motivo detrás de las intervenciones recientes del Presidente Xi Jinping en el funcionamiento de algunos sectores de la economía china. La primera hipótesis o el “Momento Yukos”, sugieren que el primer magistrado responde a una agenda política que busca someter a grupos que están alcanzando niveles de influencia no deseados por el Partido comunista Chino. La segunda hipótesis sugiere una realineación de la estrategia gubernamental con respecto al rol de los inversionistas extranjeros.
En este momento los inversionistas en títulos valores chinos se preguntan cuál de las dos hipótesis antes mencionadas captura con mayor precisión el plan que el Presidente Xi tiene en mente.
En su columna mensual del mes de noviembre en el Financial Times, Mohamed El-Erian, Presidente del Queens´College de la Universidad de Cambridge, trajo a colación el tema de la idoneidad de China como país receptor de inversiones en el mercado accionario. El autor menciona que al momento de invertir en el mercado asiático no sólo hay que tomar en cuenta los problemas económicos de cualquier economía sino también el riesgo asociado a los abruptos cambios de opinión del Presidente Xi Jinping sobre lo que se considera el manejo idóneo de un sector de actividad cualquiera.
Las intervenciones recientes del primer mandatario chino en el sector inmobiliario, en servicios educativos, en las plataformas de pago o en la industria de los videos juegos han causado importantes pérdidas a los accionistas y a los acreedores de compañías de tales industrias, al cambiar el poder ejecutivo súbitamente las premisas sobre las cuales estas corporaciones habían desarrollado sus modelos de negocios.
El comportamiento del mandatario chino puede ser explicado a partir de dos hipótesis excluyentes. La primera de ellas, es que estemos frente a un llamado “Momento Yukos”. La segunda, es que se esté produciendo una realineación de la posición del gobierno chino frente a los inversionistas occidentales, tratando a estos últimos como los eslabones más débiles de una cadena y por tanto los primeros en sufrir frente a cualquier shock político o económico.
El-Erian nos recuerda un antecedente muy importante en la historia de intervenciones de los primeros mandatarios de un país en el funcionamiento de una empresa de oferta pública y este es el llamado “Momento Yukos”, en el que el Presidente Putin expropió la principal empresa petrolera de su país en un acto que parecía más una venganza personal contra su enemigo político Mikhail Khodorkovsky, que un contraataque contra la oligarquía económica que surgió en Rusia luego de la desintegración de la URSS.
Si bien, en un principio los precios de todos los activos financieros rusos sufrieron una importante caída, una vez que el mercado entendió que los problemas entre Putin y Khodorkovsky no se extenderían al resto de la economía, se recuperaron fuertemente.
La historia de esta expropiación que comenzó en 2004, terminó diez años después cuando un tribunal internacional obligó al gobierno ruso a indemnizar a los principales accionistas de Yukos con un pago de 50 mil millones de dólares.
Las intervenciones del Presidente Xi en los sectores antes mencionado han generado un patrón de comportamiento de los precios de los títulos valores afectados que puede ser descrito en tres fases: en la primera de ellas caen abruptamente los precios de los títulos valores de las empresas amenazadas; en una segunda hay un efecto contagio al resto de la economía al surgir la preocupación de que pudiese haber un cambio de política con un alcance generalizado, pero implantable gradualmente. Finalmente, se produce un alza generalizada de los precios de las acciones y los bonos una vez que las intervenciones se reducen tan abruptamente como empezaron.
En este momento los inversionistas en títulos valores chinos se preguntan cuál de las dos hipótesis antes mencionadas captura con mayor precisión el plan que el Presidente Xi tiene en mente. Sí la hipótesis Yukos es la correcta, este es el momento de comprar títulos valores chinos a precios deprimidos. Un ejemplo de ello, es el KraneShares CSI China Internet ETF (KWEB) que se cotiza a un 50 por ciento de descuento en relación a su precio máximo del año 2021.
De ser la correcta la hipótesis dos, la realineación estratégica del gobierno chino no sólo responde a factores políticos internos, sino también a las presiones de los dos grandes partidos políticos estadounidenses que están de acuerdo en que China es el mayor peligro que enfrentará el gobierno de su país en las próximas décadas.
China necesita depender menos del resto del mundo y para ello necesita fortalecer su mercado interno apoyándose en su gran red de proveedores y consumidores.
El-Erian no se atreve a predecir cuál de las dos hipótesis es la correcta. Pero si a recomendar mantener títulos valores chinos pero con mucha cautela frente a los “Momentos Yukos” que puedan producirse en el futuro.
Comments