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  • Arca Análisis Económico

Una nota sobre notas estructuradas.


El término Nota Estructurada (NE) se aplica a una gran familia de instrumentos con diseños muy variados, por lo que pueden entrar dentro de esta clasificación global títulos con perfiles de riesgo muy disimiles. Existen notas donde los inversionistas tienen garantizadas la devolución de su capital y sólo ponen en riego el retorno ofrecido y otras donde la pérdida de capital es posible.


En el caso venezolano las NE más comunes son instrumentos híbridos, tienen rasgos de renta fija y de renta variable. La componente de renta fija genera un pago de intereses trimestral que está condicionado al comportamiento de un activo cuyo precio fluctúa diariamente, dicho activo puede ser una o un grupo de acciones o un commodity como puede ser el caso del petróleo, y esta última es la componente variable.


La comercialización de la NE con clientes poco sofisticados financieramente hablando es uno de los innumerables ejemplos de situaciones que se presentan cuando los avances tecnológicos y las nuevas tendencias de los mercados financieros exponen a estos individuos a situaciones de riesgo que pudieran no estar en capacidad de entender y tolerar.

 

Durante prácticamente 40 años, que comenzaron en septiembre de 1981, hubo una tendencia secular a la baja en las tasas de interés en los países desarrollados que trajo como consecuencia que los rendimientos generados por los instrumentos de renta fija fueron insuficientes para cubrir las necesidades de los inversionistas en general.


En respuestas a las tasas a la baja, los bancos de inversión comenzaron a generar productos y estrategias para paliar la caída de ingresos de los portafolios, que tenían por diseño perfiles de riesgos muchos más altos a los que históricamente estaban acostumbrados los inversionistas institucionales y las personas naturales.


Dentro de este nuevo panorama de inversión comenzaron a ofrecerse a las personas productos que tradicionalmente sólo estaban al alcance de inversionistas profesionales, como es el caso de las llamadas Notas Estructuradas (NE).


El término Nota Estructurada se aplica a una gran familia de instrumentos con diseños muy variados, por lo que pueden entrar dentro de esta clasificación global títulos con perfiles de riesgo muy disimiles. Existen notas donde los inversionistas tienen garantizada la devolución de su capital y sólo ponen en riego el retorno ofrecido y otras donde la pérdida de capital es posible.


En el caso venezolano las NE más comunes son instrumentos híbridos, tienen rasgos de renta fija y de renta variable. La componente de renta fija genera un pago de intereses trimestral que está condicionado al comportamiento de un activo cuyo precio fluctúa diariamente, dicho activo puede ser una o un grupo de acciones o un commodity como puede ser el caso del petróleo, y esta última es la componente variable.


Cuando a la fecha de pago del interés, el activo de precio fluctuante se cotiza por encima de un precio de referencia conocido como Umbral (Knock-Price , Threshold), el comprador de la NE cobra el pago prometido. En caso contrario no recibe nada.


Cuando a la fecha de vencimiento de la NE, el activo de precio fluctuante está por encima del Umbral, el dueño de la nota cobra intereses y recibe de vuelta su inversión inicial, tal como en un certificado de depósito.


Cuando a la fecha de vencimiento de la NE, el activo de precio fluctuante está por debajo del Umbral, el dueño de la nota no cobra intereses y recibe de vuelta el valor de mercado del activo de precio fluctuante, que es sustancialmente menor al monto inicialmente invertido.


En este último caso, es como sí una persona compra un certificado de depósitos por cien mil dólares, y a vencimiento le devuelven sólo treinta mil.


Por supuesto, en los contratos de las NE, todos los escenarios posibles están contemplados, y no hay ambigüedad sobre los flujos de dinero a recibir.


El problema con los instrumentos financieros con algún grado de complejidad vendido a las personas con poca formación en el área es que estas realmente no entienden lo que están comprando, y en algunas ocasiones los ejecutivos de relación de los bancos de inversión tampoco entienden estos productos, o tienen incentivos económicos desalineados con sus responsabilidades fiduciarias para con sus clientes.


La comercialización de la NE con clientes poco sofisticados financieramente hablando es uno de los innumerables ejemplos de situaciones que se presentan cuando los avances tecnológicos y las nuevas tendencias de los mercados financieros exponen a estos individuos a situaciones de riesgo que pudieran no estar en capacidad de entender y tolerar.


La respuesta en los países desarrollados a estos temas álgidos ha sido muy variada, desde solicitar prohibir el acceso a los pequeños inversionistas a productos complejos pasando por aumentar la supervisión a la comercialización de tales instrumentos para garantizar que las transacciones cumplan con todas las revelaciones de información requeridas, hasta la solución definitiva, cuyos frutos se verán, tal vez en el largo plazo, y esta es elevar el nivel de educación financiera de las personas, que no es más que otra forma de empoderamiento.


En el caso de las NE, sus compradores deberían tener un entendimiento básico de productos derivados, en particular cómo funcionan las opciones de tipo PUT. No se pretende que manejen modelos de valoración pero sí que conozcan cuales son los atributos de los instrumentos que adquieren.


Juan 8:31-38 dice: “la verdad os hará libre”. Supongo que nos podemos tomar la licencia de agregar que la educación forma parte de la verdad.

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